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Una oreja para Pablo y Guillermo

Pablo, cronica albino, 24-3-19

Pablo y Guillermo Hermoso de Mendoza cortaron ayer una oreja cada uno, ante una plaza llena en Mérida, en el estado mexicano de Yucatán, con vuelta en el primero para Pablo. El resto de la ficha quedó así : Gerardo Adame (oreja y silencio); y Luís David Adame (ovación y vuelta).

Reproducimos de forma textual la crónica remitida por la Casa Hermoso de Mendoza.

FECHA. 24 de marzo de 2.019.

 

LUGAR: Plaza de Toros Mérida en MERIDA (Yucatán).

 

ENTRADA: Lleno.

 

RESEÑA: Pablo Hermoso de Mendoza (vuelta y oreja); Gerardo Adame (oreja y silencio); Luís David Adame (ovación y vuelta); y Guillermo Hermoso de Mendoza (oreja).

 

GANADERIA: Toros de Fernando de la Mora (1 y 4), José Julián Llaguno (2, 3, 5 y 6) y Los Encinos (7).

 

CABALLOS UTILIZADOS POR PABLO HERMOSO DE MENDOZA:

 

Primer toro de la Ganadería de Fernando de la Mora, número 19, 630 Kg, de nombre Nohoch: De salida SHERPA (2 rejones de castigo); en banderillas JANUCA (3 banderillas) y DALI (1 banderilla); y para el último tercio NEVADO (tres cortas y un rejón de muerte).

 

Segundo toro de la Ganadería de Fernando de la Mora, número 161, 520 kg, de nombre Alux: De salida SHERPA (2 rejones de castigo); en banderillas BERLIN (3 banderillas) y JANUCA (1 banderilla); y para el último tercio ALBINO (tres cortas y un rejón de muerte).

 

CABALLOS UTILIZADOS POR GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA:

 

Primer toro de la Ganadería de Los Encinos, número 42, 420 Kg, de nombre X-Men: De salida MANIZALES (2 rejones de castigo); en banderillas DISPARATE (2 banderillas) y GALLO II (2 banderillas); y para el último tercio NEVADO (dos rosas, un par a dos manos y un rejón de muerte).

 

OTROS CABALLOS DESPLAZADOS: GAIATO.

 

COMENTARIOS.

 

Pablo abrió plaza ante un mulo de Fernando de la Mora. Un mulo de hechuras con sus 630 kilos pero lo que es peor, un mulo de comportamiento. Ante semejante materia prima el estellés desplegó todo un catálogo de entrega y vergüenza torera y así se ganó el respeto de una plaza entregada a todo lo que el jinete y los caballos intentaban ante tan poca bravura. Como decimos toda la plaza se rindió, menos uno, el señor que ocupaba el palco que tiró de dictadura para negar una oreja más que merecida y pedida en su mayoría. Una oreja que hubiera hecho justicia a una faena como decimos en la que todo y más lo pusieron los caballos a la rienda de Pablo. Desde que el toro saltó a la blanca arena meridana, no hizo otra cosa que barbear las tablas, mirar siempre al callejón y prestar poca atención a SHERPA. Este tuvo que aprovechar los escasos terrenos que dejaba entre él y las tablas y por terrenos comprometidos pasar para dejar los dos rejones de castigo. Al recibir el hierro vinieron las minúsculas carreras del astado tras el caballo, pero casi nada de nada. Sería JANUCA quien una y otra vez lo sacaba de sus querencias, como mucho al tercio para allí jugársela y pisar sus terrenos en tres banderillas muy celebradas por su verdad y colocación. Continuó Hermoso ahora con DALI que más de lo mismo, con toro estático, atacó en la única banderilla que colocó y que reunió en los medios. Ni metiéndole la cola en el mismo hocico, el astado se inmutaba. Con un toro parado, al que había que llegarle al mismo morro para la colocación de los palitroques y esperar que no dieran alguno de los arreones descompuestos y violentos que soltaba de vez en cuando, los caballos nunca dudaron y ni siquiera pasaron en falso en ninguna ocasión. Cerró con NEVADO, por los adentros, por terrenos muy ajustados, pero los únicos que el toro dejaba y donde una tras otra fue dejando las banderillas cortas a toro totalmente parado y continuó, ahora con el rejón de muerte, dejando un rejonazo de efectos fulminantes al primer intento. La muerte del toro fue lo único espectacular que hizo el astado en toda la lidia y hizo que estallara la pasión en los tendidos hasta que la tozudez presidencia se encargó de rebajarla. Donde el público fue soberano fue en exigir a Pablo una más que merecida vuelta al ruedo y recoger el cariño del público yucateco.

 

Si aflojaría en el cuarto, un precioso toro berrendo ensabanado que esta vez sí tuvo calidad y bravura. Tuvo salida un tanto abanto y despistado incluso con un extraño en el momento de la reunión hizo que el primer rejón de castigo cayera a la arena. Pablo lo toreó con la bandera y lo fue metiendo en la lidia y así al segundo intento con SHERPA, el toro ya cuadró perfecto y el rejón hizo su cometido. Así con un rejón y con el buen galope del astado, Pablo salió con BERLIN y compusieron una armonía taurina de toreo templado. Los movimientos eran a cámara lenta, con el toro embebido en la cola del caballo, galopando con un tranco impuesto por BERLIN que daba la distancia justa. Ambos animales parecían uno solo unidos por la cola del caballo, que era quien y por donde iban. Cuando BERLIN se separaba era para preparar los embroques, para reunir las banderillas tocando al pitón contrario y clavando en el mismo estribo. Con una fuerte ovación se retiró BERLIN para dar lugar a JANUCA, caballo que templó también el buen galope del toro y que destacó galopando con el burel metido en el estribo, midiendo perfectamente ese buen galope y saliendo de las suertes con piruetas. ALBINO cerró la presentación de Hermoso de Mendoza en la Mérida y lo hizo con tres cortas muy bien reunidas y clavadas al estribo y un nuevo rejón de muerte de efectos rápidos. En esta ocasión sí se concedió la oreja y curiosamente la gente ahí se paró y ya no solicitó más trofeos.

 

No obstante la faena de la tarde llegaría precisamente en el último toro. Un astado que había estado de sobrero en la plaza México precisamente para su padre y que fue un dechado de bravura y de embestir, eso sí, poniéndose mucho por delante y complicando las suertes pero ante él, Guillermo tuvo una auténtica prueba de fuego y la resolvió con sobresaliente. De salida el toro parecía no querer por los caballos, no querer saber nada de MANIZALES. Bregó la yegua para dejar los rejones de castigo y hacer al toro embestir. Lo consiguió y dejó al toro hecho una máquina de embestir y a los caballos unos auténticos colosos ante él. El primero en cuestión fue DISPARATE, quien canalizó esa bravura y la aprovechó para lucirse y para poner la plaza hecha un manicomio. Galopes de costado medidos pero muy bruscos aguantando DISPARATE al máximo los envites del astado. DISPARATE le hacía de todo, lo templaba de costado, hacia las hermosinas, toreando con el pecho y vaciándose en cada embroque. Espectáculo precioso entre caballo y toro. Continuó la fiesta con GALLO II quien también tuvo que arrimase lo suyo y aguantar el tragalón, lo que hizo a base de habilidad y de encurvarse con el astado. Pirueta en la cara fueron el colofón de una faena redonda hasta ese momento. Con el toro ya más entregado, pero todavía embistiendo, Guillermo dejaría dos rosas montando a NEVADO y emocionó al respetable con un par a dos manos por los adentros. Solo quedaba matar al toro bien, y este ya no ayudaba tanto con su movilidad y así entró Guillermo por los adentros y dejó un rejonazo que se le fue bajo. Lástima, porque tenía los trofeos en la mano y esta circunstancia le privó de la puerta grande, pero no de haber convencido a una de las plazas más exigentes de México”g cronica oreja, Mérida, 24-3-19

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