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UGT aplaude la paralización casi total de la actividad económica en Navarra

Pamplona, 30 de marzo 2020.

La Federación de Industria, Construcción y Agro de la UGT de Navarra pide a la patronal que priorice la salud pública y anteponga el interés general a intereses particulares o corporativos, ya que si no se preserva la salud de los trabajadores, no podrán funcionar las fábricas.

Ante las advertencias vertidas por la CEN sobre el escenario de dificultades para la economía y el empleo que puede originar la decisión del Gobierno de paralizar la actividad industrial no esencial, el sindicato responde que hay un principio fundamental que es que sin salud, no hay trabajo, y que si colapsa el sistema sanitario y se extiende todavía más el problema de salud pública que estamos viviendo, los trabajadores no podrán reincorporarse a sus puestos y el funcionamiento económico no será posible, retrasándose el reinicio de la actividad y entrando, entonces sí, en un escenario muy preocupante.

El sindicato reclama en paralelo al Gobierno planes de contingencia para dar soporte a las obligaciones económicas de las pequeñas y medianas empresas y al sistema financiero, que al igual que están las empresas y los trabajadores, asuma también sus riesgos y el papel que le corresponde a la hora de atender las necesidades de las empresas y facilitar que los fondos del ICO lleguen con rapidez a las empresas, evitando crear dificultades añadidas por exceso de burocracia.

UGT-FICA recuerda a la patronal que los sindicatos siempre hemos dado ejemplo de corresponsabilidad y sentido de país, cuando ha habido dificultades. Ahí están ejemplos como los Pactos de la Moncloa, la reconversión industrial de los años 80 del siglo pasado o los acuerdos alcanzados durante la última recesión.

Los trabajadores sabemos que nuestro Estado de Bienestar y la red de protección social dependen en buena medida del tejido industrial, no hace falta que nadie nos lo recuerde, porque lo hemos conquistado a base de sacrificios. Pero el ejemplo para afrontar esta crisis sanitaria y sus derivadas económica, laboral y social, no hay que buscarla en países gobernados por populistas irresponsables, como los EEUU de Trump o el Brasil de Bolsonaro, que ya se están dando cuenta del error que implica resistirse a tomar las medidas que estamos tomando quienes nos hemos visto azotados antes por esta pandemia.

Por todo ello, compartimos la necesidad de acelerar todo lo posible la vuelta al trabajo, pero siempre garantizando la salud pública y, en particular, la salud y la seguridad de las plantillas.

 

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