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UGT advierte de la posibilidad de que desaparezca el convenio de oficinas

(Viernes, 30 de octubre)La UGT advierte que el convenio colectivo de Oficinas y Despachos de Navarra puede desaparecer el próximo 31 de diciembre pero, paradójicamente, no tanto por la cerrazón de la patronal, como por la actitud de bloqueo en la que se ha instalado la mayoría sindical en la mesa negociadora (ELA, LAB y Lankide).

Es la primera vez que este convenio, que regula las condiciones laborales de más de un millar de trabajadores y trabajadoras de oficinas, gestorías y despachos profesionales de nuestra Comunidad, se puede perder definitivamente, además de manera absurda, ya que el pasado mes de agosto la patronal ASEOEDEN realizó una oferta para desbloquear la negociación, que hubiera permitido salvaguardar el convenio y mejorar transitoriamente las condiciones salariales hasta la firma de un nuevo convenio.

Hay que tener en cuenta que el convenio de Oficinas y Despachos de Navarra concluyó su vigencia el 31 de diciembre de 2018 y que, por tanto, las personas afectadas llevan casi dos años sin ningún incremento salarial. En esa situación, la oferta realizada por la patronal, consistente en una subida de los salarios del 2% (IPC de 2019 y 2020), con atrasos desde el 1 de enero de 2020, extensión de vigencia hasta 2020 y tres años más de ultractividad, era en opinión de UGT una alternativa puente razonable.

El problema es que, también por primera vez, los dos sindicatos mayoritarios en este sector, UGT y CCOO, que tradicionalmente hemos sido los firmantes del convenio colectivo, no tenemos la mayoría absoluta en la mesa negociadora, ya que sumamos el 47,86% (23,93% cada uno de los dos), frente a las otras tres organizaciones sindicales, ELA, LAB y Lankide, que representan conjuntamente el 52,14%.

La actual mayoría sindical se niega a aceptar la propuesta empresarial con la excusa absurda de que no pueden firmar un acuerdo por el que darían el visto bueno a todo un convenio que no firmaron en su momento. Pero esta decisión, además de condenar el convenio a su desaparición tras 25 años de vigencia, significa que los trabajadores y trabajadoras van a perder este año entre 430 y 520 euros de incremento salarial, nada más que por anteponer intereses particulares de sigla y cumplir las órdenes que reciben de sus dirigentes.

Todavía resulta más escandaloso el hecho de que la mayoría sindical que bloquea el convenio la completa la organización Lankide, que es un sindicato de empresa que sólo tiene presencia en Tracasa, cuya plantilla cuenta con unas condiciones laborales superiores al convenio sectorial, entre otras, la jornada de 35 horas semanales que logró la UGT en su día.

La UGT cree que los trabajadores de este sector, que han sido esenciales en la gestión de los ERTES en las gestorías laborales, que han sufrido una importante carga de trabajo y han realizado su labor dándolo todo, no merecen el desprecio con el que les está tratando esa mayoría sindical, condenándoles a perder el convenio y a quedar desprotegidos y sin mejora alguna.

Por todo ello, la UGT exige a ELA, LAB y a LANKIDE que reconsideren su postura y firmen el acuerdo que permita a los trabajadores revalorizar sus salarios en un 2% y seguir manteniendo un convenio que ya habrá ocasión de mejorarlo, especialmente, si esas tres organizaciones muestran un mayor compromiso con el colectivo más desprotegido del sector, por formar parte de pequeñas empresas que ni siquiera tienen posibilidad de elegir representantes sindicales.

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