Pablo Hermoso corta dos orejas, en el homenaje a su padrino Manuel Vidrié
Pablo Hermoso de Mendoza, toreaba ayer, en la plaza de toros portátil en Villard el Olmo (Madrid), con lleno y con el saldo de dos orejas. Era un festival en homenaje al maestro del toreo a caballo Manuel Vidrié, que además fue el padrino de alternativa hace treinta años del propio Pablo Hermoso de Mendoza. Juan Serrano “Finito de Córdoba” (oreja); Francisco Rivera Ordóñez “Paquirri” (dos orejas); Manuel Escribano (oreja); Juan del Álamo (dos orejas); e Isaac Fonseca (dos orejas).
Publicamos la crónica de la Casa Hermoso de Mendoza.
“FECHA. 19 de mayo de 2.019.
LUGAR: Plaza de toros portátil en VILLAR DEL OLMO (MADRID).
ENTRADA: Lleno.
RESEÑA: Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas); Juan Serrano “Finito de Córdoba” (oreja); Francisco Rivera Ordóñez “Paquirri” (dos orejas); Manuel Escribano (oreja); Juan del Álamo (dos orejas); e Isaac Fonseca (dos orejas).
GANADERIA: Novillos de Herederos de José Rosa Rodríguez (1) e Isabel Reina (2, 3, 4, 5 y 6).
CABALLOS UTILIZADOS:
Primer toro de la Ganadería de Herederos de José Rosa Rodríguez, número 118, de nombre Pelotillo: De salida JIBARO (2 rejones de castigo); en banderillas BERLIN (2 banderillas), GALLO II (2 banderillas) e INDICO (1 banderilla); y para el último tercio CORSARIO (tres cortas y un rejón de muerte).
OTROS CABALLOS DESPLAZADOS: DONATELLI, JANUCA y ALABAMA.
COMENTARIOS. Festival en homenaje al maestro del toreo a caballo Manuel Vidrié, que además fue el padrino de alternativa hace treinta años del propio Pablo Hermoso de Mendoza. La localidad de Villar del Olmo, muy cerquita de la finca del maestro, quiso rendir este merecido homenaje organizando un festival de primeras figuras y a su vez, descubriendo una plaza en el edificio colindante a donde se coloca la plaza. En la placa se puede leer, “En homenaje a Manuel Vidrie Gómez, Maestro del Toreo a caballo, Ejemplo de Sencillez, Elegancia y Sapiencia”.
Un festival al que desde un principio Pablo se apuntó por los lazos sentimentales, tanto personales, como profesionales que le unen a la figura de Vidrié, y en el que siempre quiso estar involucrado. La tarde comenzó con el descubrimiento del mencionado mosaico, que ante la imposibilidad física del maestro, él mismo fue quien pidió a Pablo que descubriese el escrito en presencia de los matadores componentes del cartel y del propio Manuel Vidrié, muy emocionado toda la tarde.
Después comenzó el festival con el primer novillo-toro de Pablo y con un brindis conjunto de todos los actuantes hacia Vidrié. La fiesta comenzó con un astado de Rosa Rodríguez, de mucha movilidad y bravo, aunque por momentos molesto precisamente por esa movilidad, ya que dificultaba la colocación de los caballos para las suertes. Salvo eso, el novillo-toro (en septiembre cumplía cuatro años) permitió el lucimiento de todos los caballos actuantes y pudimos ver a un JIBARO de salida torear muy despacio, parar al toro con la cola y realizar las reuniones aguantando mucho la embestida del toro. En banderilla BERLIN creó una auténtica sinfonía de toreo de costado. Era un espectáculo ver a BERLIN torear y sobre todo a Manuel Vidrié disfrutar de lo que estaba viendo y jalear esa despaciosidad y esa vistosidad que BERLIN imprimía a los galopes a dos pistas, a los trincherazos por los adentros a unas hermosinas perfectas.
Continuó con GALLO II con el que volvió a dejar banderillas muy frontales, a reunirse perfecto en los medios y ahora a realizar piruetas en la cara del toro. Todo con la emoción que da el toro que embiste y que llega a los caballos para que estos se luzcan y que todavía permitiría que GALLO II torease de costado varios trancos. Antes de pasar a las cortas, Pablo quiso mostrar a Vidrié un caballo joven, que seguro fue del gusto del maestro por la forma de afrontar la suerte y que se llama INDICO. Con el joven alazán, Pablo colocó una banderilla de gran exposición llegando a la misma cara para quebrar en el último instante. Después de INDICO, salió otra de las novedades de esta temporada y que es CORSARIO, con quien pondría tres banderillas cortas y entraría a matar. En el momento de la reunión final el toro hizo un extraño y el rejón de muerte se fue abajo, acabando con el toro pero afeando su muerte y siendo el motivo único por el que el navarro no obtuvo un rabo después de una faena perfecta”.