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El Lerinés jugó en Larraga, al aparecer cortado el larguero de una portería de su campo por vandalismo

El campo de fútbol de la Romaleta, de Lerín, apareció ayer con numerosos daños por actos vandálicos, al parecer. En concreto los cristales de la taquilla y el vestuario rotos, así como una de las porterías, que podrían superar los 3.000 euros de coste. Serraron los dos postes que sujetan el larguero. El derbi previsto para ayer entre Lderinés y San Miguel, se jugó al final en Larraga. En la segunda vuelta, se jugará en Lerín. La Policía Foral se ha encargado de la investigación, publica hoy Diario de Navarra.

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