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El Gobierno de Navarra confirma que el próximo curso habrá Medicina en la UPNA

El Gobierno de Navarra, a través de su portavoz y Consejera de Educación, María Solana, ha mostrado su satisfacción ante la confirmación de que la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) ha informado favorablemente la implantación del nuevo grado de Medicina en la Universidad Pública de Navarra. El grado de medicina arrancará en la universidad pública el próximo curso con 60 plazas.

“Estamos en disposición de arrancar el Grado de Medicina y tenemos muchísimas ganas de impulsar una apuesta como ésta, que creemos que va a venir a redondear una oferta de grados alineados con el desarrollo de la Comunidad Foral”, ha declarado la consejera de Educación, María Solana.

De hecho, ha señalado la consejera “nos tenemos que felicitar todas y todos. El Gobierno de Navarra, el gobierno de cambio, ha hecho una apuesta clara por una cuestión que venía de lejos y que era una reivindicación social de base de una sociedad que exigía que medicina se pudiera cursar también en la universidad pública”. Ha destacado “la apuesta acertada” del Gobierno de Navarra quien “ha mostrado un compromiso claro, trabajando con la UPNA, de manera conjunta tanto desde el Departamento de Educación como el de Salud”.

De este modo, en la próxima matrícula de la UPNA estará ya elegible el grado de Medicina y el Complejo Universitario de Navarra como Hospital Universitario acogerá también al alumnado de la universidad pública. Aunque “el trabajo no termina aquí: las clases en el Grado en Medicina en la UPNA comenzará en 2019, y UPNA y Gobierno seguirán trabajando de la mano para garantizar la máxima calidad en todos sus apartados. Como todo reto, no será fácil, pero ilusión, trabajo y recursos no van a faltar”.

Arduo proceso

La implantación de cualquier titulación oficial en la Universidad surge desde el ejercicio de su propia autonomía, en relación con su mapa de titulaciones y estrategia de futuro, y guardando relación directa con la demanda y el tejido socioeconómico y de oportunidad profesional del entorno. Todo ello, evidentemente, partiendo de los recursos humanos y materiales disponibles y previstos en la propia Universidad. Ello tiene una doble garantía: la verificación y aprobación de los aspectos académicos en toda su dimensión por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), y la autorización por parte del Gobierno de Navarra en última instancia, quien asume la responsabilidad principal de apoyo financiero a la Universidad.

Un Grado en Medicina público, sin embargo, “implica un nivel de compromiso conjunto mucho más alto entre Gobierno y Universidad, sin el cual su implantación no es posible”, ha destacado la Directora General de Universidades y Recursos Educativos, Nekane Oroz Bretón. A diferencia de otras titulaciones, en Medicina se necesita, entre otros, disponer de recursos humanos y materiales de calidad en términos de prácticas en el Sistema de Salud, integración de personal sanitario en el Grado, o la dotación de recursos económicos y materiales destinados a espacios y equipamiento muy específicos. Ello obliga a que los Departamentos del Gobierno implicados, principalmente Salud, y Educación, se coordinen con la Universidad, a niveles muy diferentes (Gerencia, Vicerrectorado de Enseñanzas e Investigación, Decanato de la Facultad de Ciencias de la Salud, Servicio de Obras, profesorado específico, etc.) para garantizar la viabilidad y calidad de la implantación del Grado. Sin este compromiso conjunto por el bien común, un proyecto de esta envergadura no sería posible.

y Gobierno lo saben, y por ello han trabajado conjuntamente, dejando de lado los individualismos, en este proyecto durante varios años”, ha subrayado Oroz. Ha sido un trabajo arduo con reuniones preliminares con personas expertas de otras comunidades, análisis previos, informes anteriores, actuales, internos y externos, grupos de trabajo del Grado a diferentes niveles (profesorado, infraestructuras, elaboración de planes de estudios), hasta la redacción completa del Plan de Estudios por la UPNA, adaptaciones normativas en Navarra (por ejemplo, el nombramiento del Complejo Hospitalario de Navarra como Hospital Universitario), elaboración de propuestas estratégicas para el desarrollo de la carrera académico-asistencial, hasta la más reciente aprobación de la modificación del PERI y la licitación del proyecto de construcción, etcétera. Un sinfín de acciones que durante este proceso han tenido que lidiar con el cuestionamiento constante de algunos grupos políticos no interesados en la Medicina pública, y empeñados en poner palos en las ruedas, intentando trabucar con ataques furibundos y peticiones de información recurrentes (y absurdas, en algunos casos), con el único objetivo de dificultar y ralentizar el trabajo realizado.

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