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A partir del jueves se autorizan las visitas a centros de mayores y de discapacidad

(Martes, 24 de noviembre)Navarra retoma desde el jueves 26 de noviembre las visitas a los centros de mayores y de discapacidad, que podrán realizarse una vez a la semana y previa solicitud de cita por parte de familiares y personas allegadas. El Departamento de Derechos Sociales, tal y como anunció la consejera Maeztu, ha decidido aprobar la medida en vista de la “positiva” evolución epidemiológica en Navarra las últimas semanas, así como la incidencia en las residencias.

Las visitas se concertarán con cita previa, en horarios de mañana y tarde, de una persona por residente y 30 minutos de duración, en el caso de mayores, y de dos personas y 60 minutos para las personas con discapacidad.

El número de visitas que se pueda realizar simultáneamente dependerá de las características de las residencias, asegurando la distancia entre los y las visitantes y evitando el contacto de personas usuarias con otras diferentes a sus propias familias.

Los encuentros se desarrollarán, en lo posible, en espacios anexos a los habituales y con los medios preventivos adecuados, con el fin reducir el riesgo de contagio asociado al incremento del tránsito de personas dentro de los centros.  Así mismo, las personas visitantes deberán seguir rigurosamente las normas establecidas, con el fin de preservar la salud de los y las residentes. En el caso de mayores, se permitirá el contacto físico a través de las manos previa limpieza con hidrogel. Para discapacidad se recomienda reducir el contacto físico al imprescindible, teniendo en cuenta las características de las personas usuarias.

Para facilitar la organización la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las personas, organismo dependiente del Departamento de Derechos Sociales, solicitó semanas atrás a los centros propuestas, con el fin de definir un protocolo común de medidas que cada centro adaptará posteriormente a las características de sus instalaciones.

Entre las medidas que Derechos Sociales solicita a los centros se encuentra disponer de un lugar específico para la realización de las visitas, espacio que puede ser exterior, con las adaptaciones necesarias para resguardar a las personas usuarias y visitantes de las inclemencias del tiempo (carpas, calefactores…), o interior, destinado exclusivamente para este fin, bien ventilado y con acceso independiente del resto del centro. O, cómo alternativa, circuitos para la recepción de las visitas, independientes del tránsito habitual de personas usuarias.

En el caso de personas encamadas, podrán también recibir a su visitante en su habitación, estableciéndose individualmente el circuito de acceso y con las medidas preventivas acordes al nivel de riesgo.

Únicamente en los centros en los que haya un brote activo de COVID-19 y no dispongan de un área totalmente independiente para la atención de las personas afectadas,  no se permitirán las visitas mientras dure dicho brote, salvo en las tres excepciones contempladas desde el comienzo de la pandemia: el final de vida,  el alivio de descompensación neurocognitiva o en situaciones  de grave deterioro de la situación psicoafectiva de la persona residente.

En todos los casos, se tendrán en cuenta todas las medidas preventivas, uso de mascarillas, lavado de manos antes y después de la visita y limpieza de los espacio utilizados después de cada uso.

Todos los centros tendrán un procedimiento para la realización de las visitas, siguiendo estas pautas, y definirá el número diario de visitas intentando asegurar que cada residente que lo desee pueda recibir una visita semanal. El cumplimiento de estos requisitos será supervisado por una persona designada por el centro.

Salidas fuera del Centro

A partir del jueves también se flexibilizan las salidas de los centros de mayores y discapacidad, salvo en el caso de personas con COVID-19 o aquellas en situación de cuarentena por contacto estrecho.

Así, se permiten en ambos casos las salidas  que tengan como finalidad las consultas médicas (o afines, como podología), la realización de trámites administrativos, actividades laborales o de índole similar. Igualmente, se posibilitarán las salidas en aquellas situaciones de necesidad como el acompañamiento a familiares o allegados en el final de vida de los mismos.

En las residencias de mayores que cuenten con “espacios seguros”, las personas residentes podrán salir a pasear a estos espacios, solas o acompañadas por personal del centro, y en los horarios en los que dichos espacios estén habilitados como tales.

También estará permitido, como hasta ahora, independientemente de la situación epidemiológica, el contacto visual y  verbal con los familiares desde el perímetro residencial. En este caso será de obligado cumplimiento el respeto de las medidas preventivas establecidas para la población general.

En los centros de discapacidad se podrán realizar, así mismo, paseos terapéuticos, considerados como “salidas de bajo riesgo”, bien con los profesionales del centro, o con los familiares en los periodos habilitados para las visitas. En este último caso se aplicará también el límite de dos familiares de la misma unidad de convivencia. En dichos paseos no está permitido el uso del vehículo privado, acudir a terrazas del ámbito de hostelería, ni acudir a espacios cerrados públicos o privados.

También se autorizara para los centros de discapacidad salidas grupales, como actividad del propio centro, a espacios exteriores, siempre y cuando se realicen con su grupo de convivencia habitual, en transporte independiente y en las salidas no se entre en contacto con ninguna otra persona.

En uno y otro caso, las salidas deberán realizarse manteniendo las medidas de seguridad exigidas para el conjunto de la población, como uso de mascarilla e higiene manos antes de la salida y al regreso.

Incidencia en los centros 

Según datos del Departamento de Derechos Sociales se mantiene la tendencia a la baja de los casos activos por COVID-19 en los centros de mayores, con 114 en este momento.

Gran parte de los positivos permanecen en las residencias y no han requerido hospitalización, concretamente 78, de las que 53 presentan algún tipo de síntoma y 25 son asintomáticas. Otras 21 han sido trasladadas a los recursos intermedios y han necesitado ingreso hospitalario 15 personas.

Por otra parte, las altas epidemiológicas han alcanzado ya las 344 personas.

En cuanto a las bajas de profesionales hay en este momento  63 personas trabajadoras, 49 sintomáticos y 14 sin síntomas.

Desde el pasado 1 de julio han fallecido 81 personas mayores procedentes de centros residenciales,  44 en centros hospitalarios y 33  en la propia residencia.

Los centros de discapacidad siguen sin registrar nuevos casos y sin sufrir nuevos fallecimientos, 3 desde el pasado 1 de julio.

Bajan también las personas trabajadoras que han causado baja por COVID-19 en estos centros, 12 en este momento, sintomáticos 10 y asintomáticos 2.

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