Uncategorized

7.500 navarros utilizan el aparato cPAP por apneas del sueño

Saludsueñofoto1A

La Unidad de Sueño del Servicio de Neumología del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) realiza cerca de 1.500 estudios de diferente complejidad, cada año, para diagnosticar el Síndrome de Apneas-Hipopneas del Sueño (SAHS), una patología que supone más del 20% de las derivaciones de Atención Primaria al servicio. Los datos se han dado a conocer con motivo de la celebración, mañana viernes, del Día Mundial del Sueño. Según datos de esta unidad, actualmente, en Navarra hay más de 7.500 pacientes diagnosticados cuyo tratamiento principal se basa en la utilización de un aparato llamado cPAP durante las horas de sueño, un dispositivo que envía aire con una presión continua a las vías respiratorias para mantenerlas abiertas.
Para la conmemoración del Día Mundial del Sueño, la unidad ha organizado una jornada informativa en la que reunirá a pacientes y familiares para realizar un intercambio de conocimientos y experiencias, y resolver dudas o cuestiones relacionadas con la propia enfermedad y su tratamiento.
El encuentro, denominado “Aulas Respira” e impulsado por la Sociedad Española de Patología del Aparato Respiratorio (SEPAR) tendrá lugar mañana, a partir de las 11 horas, en el Salón de Actos del CHN-B (antiguo Hospital Virgen del Camino), con el objetivo de ayudar a las y los pacientes a comprender mejor la enfermedad y de proporcionarles información sobre su tratamiento. En la sesión está prevista la intervención de las personas integrantes de la Unidad de Sueño y personal de la empresa suministradora de Terapias Respiratorias en Domicilio en Navarra, Esteve Teijin Healthcare.
6% de la población afectada
El SAHS es una enfermedad respiratoria que en Navarra afecta a miles de personas. Infra-diagnosticada, se calcula que el 6% de la población padece trastorno del sueño. Se trata de una dolencia muy prevalente, caracterizada por la existencia de episodios repetidos de obstrucción de la vía respiratoria superior durante las horas de sueño, lo que origina pequeños ahogos e impide la correcta oxigenación de la sangre.
El principal factor de riesgo para sufrir apnea de sueño es la obesidad, aunque hay factores morfológicos e incluso genéticos que contribuyen a ello. De modo que el perfil de la persona afectada suele ser el de un hombre, de mediana edad, con obesidad o sobrepeso con algún factor de riesgo cardiovascular asociado, como puede ser hipertensión arterial (HTA) o diabetes. El riesgo se iguala en la mujer postmenopaúsica.

Los síntomas principales son el ronquido, las apneas y la somnolencia diurna, lo que provoca a las personas afectadas que no descansen bien y que sufran de fatiga y somnolencia diurna excesiva, lo que genera una pérdida de su calidad de vida.
Su diagnóstico temprano es importante ya que se ha demostrado que, a largo plazo, la falta de oxígeno en sangre producida por las apneas puede provocar otros daños en la salud en forma de hipertensión, y de problemas cardiovasculares o cerebrovasculares.
7.500 pacientes controlados al dormir
El tratamiento principal contra el Síndrome de Apneas-Hipopneas del Sueño (SAHS), se basa en la utilización, durante las horas de sueño, de un aparato llamado cPAP, el más eficaz y con menos efectos secundarios para esta patología. Consiste en aplicar un flujo de aire continuo mediante una mascarilla para evitar que las vías respiratorias superiores se cierren, de modo que el paciente pueda respirar con mayor facilidad mientras duerme.
La cPAP se indica en todos los casos de apnea severa, y se individualiza en el resto de casos, tanto en los leves como en los moderados, en función de la sintomatología y de las comorbilidades del paciente. En Navarra, actualmente, son más de 7.500 las y los pacientes que siguen esta terapia.
Para que este tratamiento sea efectivo, es fundamental que se utilice cada noche, y esta falta de adherencia es, precisamente, su principal problema. Pese a ser un tratamiento no invasivo, puede conllevar ciertos efectos secundarios que produzcan en el paciente incomodidad o, incluso, rechazo. Por ello, en todos los casos, durante el periodo de adaptación, tanto la o el paciente como su acompañante reciben apoyo del equipo de la Unidad del Sueño del Servicio de Neumología.

Comentarios