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El rejoneador estellés Pablo Hermoso de Mendoza intervenido en México

El rejoneador estellés Pablo Hermoso de Mendoza, dentro de su gira mexicana, anteayer, domingo, en Lienzo la Villa Charra de TOLUCA (ESTADO DE MEXICO), sufrió una aparatosa cogida. Un percance, que no fue más grave porque la suerte le acompañó, pero del que salió con un fuerte golpe nasal y varios hematomas en piernas y costillas.
Tras el festejo fue trasladado en su propio coche a un centro hospitalario de la capital azteca, donde fue reconocido y se le realizaron radiografías de la cabeza y del tórax.
Por fortuna no se descubrió ninguna fractura ni en el tabique nasal, como en un principio se suponía, ni en ninguna de las costillas. Se le aplicó cirujía en la herida de la nariz, si bien no fue por puntos, porque lo que tenía desprendido era solo piel, que fue reestablecida durante dods horas de intervención. El corte no era muy amplio. El rejoneador fue dado de alta y se desplazó a su rancho de San Miguel de Allende, donde reside durante su estancia en México.
Las consecuencias han sido mínimas para los golpes que le propinó el astado de nombre “JALOS”. Además de la nariz y el torax, la cogida le ha afectado a la zona de los abductores y al gemelo de su pierna izquierda, lo que le produce una leve cojera. Deberá estar con medicación durante siete días, pero no peligran sus próximas actuaciones.
Pablo ya desde la mañana y como cada día que actúa en Lienzos Charros, está sumamente preocupado por lo que se llama “cuadro de cala”. Esto consiste en una plancha de hormigón de seis por tres metros que ocupa casi todo el centro de lo que es el ruedo y donde los Charros realizan sus puntas de raya, que son unos frenazos llegando a todo lo que dan de galope. Estas planchas para los festejos taurinos se cubren con arena, pero aun así es una zona peligrosa.
Cuando Pablo paraba a su segundo montando a CHURUMAY y cuando el jinete pensaba que ya había salido de dicha plancha, el caballo resbaló con sus posteriores y quedó a merced de un toro que lo que hizo fue saltar por encima del caballo e irse a por Pablo y darle un auténtico palizón en el suelo.
CHURUMAY se levantó y se fue del lío indemne, pero como decimos el toro se enceló con Pablo, propinándole varios golpes y pisotones. Cuando los subalternos y el personal de plaza pudieron llevarse al toro, Pablo apareció con la cara ensangrentada y un tanto aturdido se retiró al callejón. Tras unos momentos de limpieza y de refrescar al jinete, se vio que tenía un fuerte golpe en el tabique nasal que incluso hacía pensar en fractura.
Pero Pablo sacando la raza y desatendiendo a todos los que le aconsejaban pasar a la enfermería, se fue por DISPARATE y con las marcas del percance en la cara se fue al toro y cuajó una faena que el público siguió en pie y ovacionando continuamente. El toro sirvió para que DISPARATE cuajase un gran tercio, conde como decimos el público emocionado siguió con enorme atención y entrega.
Como entrega la del jinete que no regateó esfuerzos, que no regateó repertorio ni tiempo. Fueron cuatro banderillas, con esfuerzo, pero sin ventajas. Realizó todo el tercio con DISPARATE y luego cambió por PIRATA, para colocar las cortas, para colocar un par a dos manos e incluso osó, con la nariz como la tenía, en hacer desplantes cara a cara con el toro. Clavó un rejón que hizo que el toro doblase, pero se volvió a levantar y necesitó de varios golpes de descabello. Esto eliminó unos trofeos que seguramente hubieran sido máximos, pero que se convirtieron en una unánime ovación cuando el navarro se retiraba a la ambulancia para ser examinado.
Una vez en la UVI móvil se pudo comprobar que no había fractura y que la hemorragia era por un pequeño corte externo en la parte alta del tabique nasal que de momento no consideraron necesario de cirujía.
Antes del susto, Pablo había obtenido una oreja en su primero, un astado con el que en ningún momento de la lidia se vio a Hermoso estar a gusto. En lo taurino, con casi lleno, cosechó una oreja y ovación.

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